Blogia
A las 6 y pico

La voz de mi palabra.

La voz de mi palabra.

Me situo en el cerco de tus ojos oceánicos.

Intento permanecer callada

ante la mirada del equino que me observa.

Se hacen metros nuestros segundos.

Casi impasibles. Casi imparables

en nuestro descenso

de caer en el mar de la duda.

Es tu voz

sonrojada presencia que me atrapa

quien deja muda las tempestades del alma.

Tú. Silenciosa presencia de las llamas.

Impaciencia de lo que nunca fue cierto.

Llévame donde nunca permanecí quieta.

Tú. Luz de plata,

incandescencia absoluta de la voz de mi palabra.

Quimera de cristal

de urnas de baúles de impaciencia.

1 comentario

Ginebra del Lago -

reflexión sobre la pasión, la identidad, hermoso símbolo sobre la savia que late en tus versos. Un canto a la permanencia de la contemplación ... precioso Supalí